Tertulias literarias de la “Casita de papel”

La casita de papel es una pequeña construcción que domina mi pueblo. Está en lo alto de una colina custodiada por dos frondosos laureles de indias. Desde mi azotea la veo cada día cuando leo, cuando escribo, cuando medito o juego con las palabras. Es una construcción pobre arquitectónicamente, pero llena de magia, de fantasía, de recuerdos.

El último domingo de julio se hizo realidad una idea: una tertulia literaria en mi biblioteca. Asistieron a esta primera sesión personas interesadas en hablar de literatura, sin más afán que reflexionar, aprender, indagar en los textos y los escritores. Los integrantes, variopintos y diferentes, me dieron la idea de bautizara la tertulia con el nombre de ese paraje emblemático. Casa de papel pasó entonces a metaforizar el mismo concepto de libro: una casa de de palabras construida en papel.

Así empezó una tarde dedicada a reflexionar sobre vanguardia y surrealismo personificadas en Emeterio Gutiérrez Albelo. Poeta que rompió con la tradición de Canarias y con su propia obra de poeta modernista y popular. Nuevos ritmos, nuevas imágenes, nuevos conceptos sustituyeron las viejas estéticas. Casi un siglo después la vanguardia vuelve a sorprendernos, los hermosos versos nos hacen aún temblar, la rebeldía nos incita a sentir que hay mucho por construir.

Enigma del invitado y otros textos del poeta fueron analizados, degustados, saboreados… La palabra surgió en la biblioteca haciendo que todo cobre sentido. Los textos tienen poder evocador, la palabra se hace viva y la literatura entonces es como el pan. Necesitamos  su poder, su fuerza, de la misma manera que necesitamos el pan que nos hace vivir.